Pedri está llamado a ser uno de los futbolistas más importantes del panorama internacional, si es que no lo es ya, siempre que no sufra una lesión de gravedad.
En su primera temporada en el Barcelona deslumbró hasta el punto no sólo de convertirse en un imprescindible para Koeman, sino en tirar abajo la puerta de la selección. Su juventud, 18 años, le dotaba de unas ganas y una energía que le hicieron un fijo para sus entrenadores y él siempre respondió.
Hasta el pasado mes de septiembre lo jugó todo. Nada más acabar la temporada con el Barça se fue con España a disputar la Eurocopa, donde fue un fijo hasta en las prórrogas. Nada más acabar el torneo, aceptó la llamada de Luis de la Fuente para volar a Tokio y disputar los Juegos Olímpicos. Prácticamente estuvo siempre en el campo, incluidas tres prórrogas que se unen a las otras tres que ya había disputado en el torneo continental a las órdenes de Luis Enrique.
Con la plata colgada al cuello, volvió a España y tras un pequeño descanso de unos días se puso a las órdenes de Koeman de nuevo. Disputó las dos primeras jornadas de Liga y los dos primeros partidos de Champions, que se saldaron por sendas derrotas 3-0 y 0-3 ante Bayern y Benfica respectivamente. Ante el equipo alemán se rompió el cuádriceps, pero forzó para estar en Da Luz y vérselas con los portugueses. Ahí es donde su cuerpo dijo basta: recayó y no ha vuelto a jugar desde ese 29 de septiembre.
El parón de selecciones (Luis Enrique se quedó sin poder llamarle tanto para la Nations League como para los partidos clasificatorios para el Mundial) le vino bien para descansar y poder reincorporarse a la disciplina de su club, ya con Xavi a los mandos, pero ahora ha vuelto a recaer.
Según las primeras estimaciones, se espera que no pueda jugar en un mes lo que, de facto, le dejará sin jugar más en este 2021. Y ya se verá cuándo vuelve.
Los culpables, incluido él mismo
Las críticas se dirigen a todos los implicados. Los médicos y preparadores del Barcelona, que ya fueron señalados por la gran cantidad de lesiones musculares que ha padecido el club, se llevan buena parte de las miradas airadas de afición y prensa culé. No es casual que uno de los primeros fichajes de Xavi sea el doctor Ricard Pruna, amén de sus preparadores de confianza.
También la gestión de la RFEF se lleva su cuota de culpabilidad. Durante la Eurocopa se convirtió en un meme recurrente las imágenes de un Pedri desfondado y con cara de agotamiento mientras Luis Enrique le pedía un esfuerzo para jugar una prórroga más.
El jugador y su entorno no se escapan a las miradas. Pedri, aunque tiene 18 años, debe ser consciente de que su cuerpo es su herramienta de trabajo y como tal debe cuidarlo. Su juventud es un elemento a su favor, dado que consideran que se puede recuperar antes, pero una lesión seria puede lastrarle a largo plazo si le deja secuelas.
Todas las partes son responsables de una situación en la que la víctima es Pedri, que a partir de ahora se pensará mucho si realmente merece la pena jugarlo todo.
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